Somos un equipo voluntario de feministas, es decir, buscamos la equidad de derechos entre mujeres y hombres. Como feministas, nos oponemos a la toda forma de discriminación, ya sea racial, por orientación sexual, por identidad sexual, por clase social o de cualquier otra índole. Creemos en la libertad religiosa, por ello consideramos que el Estado debe ser laico. Solo así se garantizaría la libertad de los ciudadanos a tener o no tener alguna religión, sin preferencias por alguna religión en particular. La desigualdad de género nos lleva a reflexionar también sobre otras formas de desigualdad social y sobre la necesidad de pensar políticas alternativas para educar brechas de inequidad.