Pronunciamiento: Nota Diario Correo
No es responsable ni justo que los medios de comunicación no se den el tiempo de revisar rigurosamente lo que publican, especialmente si se trata de un tema tan agudo como la violencia contra las mujeres. Millones de personas tienen acceso al contenido que genera Correo, un diario físico y virtual de larga trayectoria. Ayer, publicaron una nota sobre acoso sexual callejero titulada: “El 32.8% de mujeres fue víctima de acoso en transporte público” y fue compartida más de cien veces, incluso por organizaciones feministas. Sobre esto:
1 La cifra es errada. El cuestionario pregunta si hubo victimización por “silbidos, miradas persistentes e incómodas, ruidos de besos o gestos vulgares en el transporte público”, no incluye otras modalidades de acoso como rozamientos, tocamientos y masturbaciones públicas, experiencias frecuentes en esta vía, y que han sido evidenciadas, tanto en los testimonios que compartimos desde hace seis años en la plataforma Paremos el Acoso Callejero, como en los informes del Instituto de Opinión Pública de la PUCP del 2013 y 2016, que contienen datos estadísticos sobre este problema. Sugerimos que se realice un trabajo más profesional, constatando y revisando la coherencia: ¿cuántos silbidos se escuchan en el transporte público?
2 El acoso sexual callejero no es una novedad. Existe desde hace mucho tiempo y en diferentes partes del mundo, por lo cual no es verdad que “viajar en unidades de transporte público se ha convertido en una odisea para ellas” como dice la nota. No se ha convertido, porque siempre lo ha sido. Elaboramos estrategias para evitar ser acosadas como cubrirnos con la cartera o mochila, ponernos de costado, no sentarnos o sentarnos si hay demasiada gente, entre otras. Aprendimos de nuestras amigas, pero también de nuestras madres, y ellas de sus madres, y así sucesivamente. Son aprendizajes generacionales y si se realiza un estudio a profundidad, seguramente encontrarán que se repite en diferentes grupos sociales.
3 No solo las que estudian o trabajan son acosadas. También lo son las que salen a comprar, las que trabajan desde casa de forma no remunerada, las colegialas, las desempleadas, las que se quedan paradas en la esquina, las ambulantes, etc. Nueve de cada diez mujeres son acosadas en Lima y Callao, estamos seguras de que se trata de una diversidad de mujeres que cumplen distintos roles en la sociedad. Sin embargo, la nota dice que solo el 32.8% fue acosada al dirigirse a su centro de trabajo o estudios.
4 Existe una ley desde el 2015 para prevenir y sancionar el acoso sexual callejero. En la nota sugieren que “el acoso debe ser prevenido y castigado implementando dispositivos tecnológicos en el sistema de transporte público”. ¿Qué es un “dispositivo tecnológico”? Es fácil soltar ideas cuando no hay un interés real por cambiar el problema. Hace tres años, un grupo de parlamentarias, académicas y activistas se reunieron para pensar soluciones y lograron aprobar la Ley 30314 que previene y sanciona el acoso sexual callejero. Sugerimos darle una lectura exhaustiva.
5 Los buses para mujeres solo incrementan el problema. Cada tanto sale un grupo a defender la propuesta de crear buses exclusivos para mujeres. Hemos dicho con anterioridad que separarnos solo refuerza el estereotipo del hombre incapaz de controlar sus impulsos sexuales. Esta es una creencia falsa y naturaliza la violencia. Si quieren detener el problema, defiendan el enfoque de género en la educación, lean la ley que se promulgó hace tres años y apoyen los cambios que venimos generando desde la sociedad civil organizada. Infórmense antes de escribir sobre este problema y háganlo seriamente.
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